Español
Este apellido se halla muy extendido por España, pues tuvo casas en Santiago de Compostela, en el lugar de Barrillos de las Arrimadas, del Concejo de Santa Colomba de Curueño, y partido judicial de La Vevilla (León); en Asturias, en el Valle de Mena (Burgos); en el Valle de Quintanilla; en Medina del Campo (Valladolid); en la villa de Falces, del partido judicial de Tafalla, en Navarra, y en la villa de La Orotava, del partido judicial de su nombre (Tenerife). De la casa asturiana fué Diego J., natural de Asturias, casado con doña N. de Blancas, natural de Villafeliche, del partido judicial de Daroca (Zaragoza), a la que hizo madre de Felipe J. y Blancas, natural de Daroca, que contrajo matrimonio con doña Ana de Ezpeleta, de igual naturaleza (hija de Martín Capdevila y de doña María Palomines, ambos de Daroca), naciendo de esa unión Francisco J. y Capdevila, natural de Daroca y Caballero de la Orden de Montesa, en la que ingresó en 1591. De la casa de Navarra de Falces procedió Pedro J., natural de Falces, que celebró su enlace con doña Manuela Martel, natural de Madrid, y procrearon a Pedro J. Martel, natural de Madrid, esposo de doña Marina de Orozco, natural de Portillo, en la provincia de Valladolid (hija de Diego de Orozco y de doña Lucía Fernández de Orozco, ambos de Portillo). Tuvieron estos hijos: Francisco J. y Orozco, natural de Madrid y Teniente Coronel del Ejército, que el 27 de Febrero de 1707 vistió el hábito de Santiago, y Marcos J. y Orozco.