Español
Léese que este linaje tiene diversas modalidades y que se denomina A. en León, Santander, Burgos y las Vascongadas; Amall y Mall, en Valencia; Amele, Ameller, Ametller y Amelis, en Cataluña; Mallo, Mellero y Mallón en Portugal y en Galicia, y Amalio en Sicilia y Cerdeña. Añádese que todos estos apellidos, al parecer distintos, tuvieron un mismo origen y tronco, constituyendo un solo linaje. Se afirma tambíen que el primitivo solar y tronco de todas esas ramas que se apellidaron de tan distinta manera, radicó en el lugar de Mallo, del partido judicial de Murias de Paredes, en la provincia de León, y que los descendientes de ese solar tomaron por apellido el nombre de ese pueblo, nombre que después fueron modificando en la forma que queda expuesto. Esa afirmación, sin embargo, debe ser acogida con reserva, pues algunos ilustres tratadistas entienden que no está averiguado el verdadero origen y tronco del linaje que nos ocupa. En cambio, se muestran conformes en que constituyen un mismo apellido todas las modalidades mencionadas, especialmente las de Amallo, Mallo, Mellero y Mallón. En una ejecutoria de Hidalguía librada por la Real Chacillería de Valladolid en 12 de Mayo de 1775, consta que en el valle de Guriezo, del partido judicial de Castro Urdiales, provincia de Santander, tuvo casa una rama de este linaje y que de esa casa fué Lucas A., natural de dicho valle, que casó con doña Catalina de la Cámara, de la que tuvo a Francisco de A., también natural de dicho valle.